El día que David Ortiz lloró como un niño, gracias a los Tigres del Licey

Ante la situación que vive el mundo y los deportes en general, seguimos trayendo contenido para mantener nuestro público activo.

En este caso les hablaremos de uno de los días más difícil para el dominicano David Ortiz en la historia de su carrera del béisbol.

Mediante una entrevista telefónica, David Ortiz reveló uno de sus más íntimos secretos como beisbolista al programa de radio: Grandes en los Deportes.

Desde su casa en Miami, el Big Papi recordó aquella noche cuando lloró sin cesar después de perder un partido de béisbol.

Ver al final de este articulo los números de David Ortiz con el Escogido en su LIDOM.

Se jugaba la final de la liga invernal dominicana entre Leones del Escogido y Tigres del Licey de la temporada 1998-99.

Los “Escarlatas” estaban a tan solo 4 outs de coronarse campeón de ese año, sin embargo no pudieron concretar su hazaña, Licey les arrebató el título.

Estuvimos a cuatro outs de ganar el campeonato, no pudimos y perdimos, Freddy García y yo entramos al dugout llorando como niños, como cuando pasa el heladero y no te compran un helado. Eso me mató a mí.

Ortiz confesó haber sido siempre Escogidista, desde muy chico, su padre le inculcó amor por los Leones, por ello, aquella triste noche no soportó con el dolor de haber sucumbido ante el Licey.

Desarrollo del partido

Las heridas no han cerrado 15 años después. Probablemente nunca cicatricen. En el otro lado de la moneda, el gozo sigue a flor de piel.

La final de 1999 entre Tigres y Leones merece el calificativo de épica.“Había gente llorando como niños en el camerino de nosotros.

Eso nunca se me olvida. Es imposible que se vaya ese recuerdo”, comenta Fernando Tatis, padre de Fernando Tatis Jr.

Licey empató la serie en el octavo juego, cuando D’Ángelo Jiménez fue vital con un cuadrangular.

Y llegó perdiendo 7-6 al noveno episodio del noveno encuentro, celebrado un 29 de enero de 1999, para enfrentarse a un inmaculado Anthony Chávez.

El derecho Chávez era la versión de “apaga y vámonos” de ese entonces, un cheque al portador en relevo de cierre. Era un salvado automático.

Jiménez, actuando como emergente por Jorge Brito, comenzó el ataque de los azules en el noveno con sencillo al bosque izquierdo y llegó a segunda por sacrificio de Daniel Ramírez.

Luis Castillo y Ronnie Belliard dieron imparables por el cuadro (la defensa roja tuvo sus fallos) y luego Manny Martínez, pegó sencillo al bosque central.

El refuerzo Brian Daubach remolcó otra vuelta con elevado de sacrificio y Jorge Álvarez dio un sencillo por el cuadro.

Ese gran regreso de los Tigres les dio una corona que en un momento parecía distante. Su piloto era Dave Jauss.

“Eso fue devastador”, dice Francisco Morales, el actual coach de bateo del Licey, quien fue el receptor del Escogido en esa dura entrada.

“Si me toca de nuevo muero con mi mejor hombre. Le doy la bola a Chávez sin pensarlo. Un hombre que lance así hay que darle la pelota en el mejor momento”, dice Tatis.

“Nosotros dijimos si se embasa uno hay problemas, porque Chávez no estaba acostumbrado a trabajar con presión. Y así fue”, dice Manny Martínez.

Trabuco de Escogido

El Escogido tenía un trabuco: David Ortiz, Juan Encarnación, José Guillén, Neifi Pérez, Freddy García y Ángel Peña, entre otros, que estaban en el club, que dirigió Dave Miley.

David Ortiz y su legado en el Escogido

El Big Papi fue uno de los peloteros más emblemáticos de los Leones a finales de los 90’s y principios de los 2000, donde jugó 10 temporadas consecutivas de beisbol invernal desde 1994 hasta el 2003.

Jugó un gran total de 375 partidos con 42 cuadrangulares y 245 carreras impulsadas en su estancia en la pelota dominicana.

En 2019, los Leones del Escogido retiraron la chaqueta de David Ortiz.

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