Después de varias semanas alejado de las cámaras, Raúl de Molina reapareció en el set de El Gordo y la Flaca, marcando su esperado regreso tras una complicada etapa de recuperación.
El presentador cubano estuvo ausente por más de un mes luego de someterse a una cirugía estética que le generó una crisis de salud inesperada, según compartió en una entrevista con People en Español.
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Durante su conversación con el medio, Raúl reveló que la intervención consistió en remover más de 15 libras de piel y grasa que se acumulaban en su abdomen.
Este procedimiento fue necesario debido a las molestias físicas que sufría, las cuales le impedían realizar actividades como nadar o ejercitarse, algo que disfrutaba desde hace años.
El conductor, de 66 años, expresó que ya no soportaba estar tanto tiempo en casa y que se sentía feliz de volver al programa, al que considera parte fundamental de su vida.
Su compañera Lili Estefan también celebró su regreso, asegurando que su ausencia se sintió más larga de lo que fue en realidad. La química entre ambos se notó de inmediato al aire.
Raúl también compartió que esta cirugía forma parte de un largo proceso de transformación física que ha llevado en los últimos años.
Durante los cuales ha logrado perder más de 110 libras. Destacó que eligió a un cirujano muy recomendado y se mostró satisfecho con los resultados obtenidos hasta ahora.
Con una actitud positiva y renovado físicamente, Raúl de Molina dejó claro que su salud y bienestar personal son una prioridad.
Su regreso fue recibido con entusiasmo por la audiencia del programa, que aplaudió su valentía y disciplina para enfrentar un proceso tan delicado.
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