Luego de coronarse como la flamante ganadora de Nuestra Belleza Latina 2010, Ana Patricia Gámez vivió uno de los momentos más emocionantes y memorables de su vida al regresar a su natal México.
La conductora no se imaginaba la gran sorpresa que su entonces esposo, Fernando González, le tenía preparada junto con toda su familia, quienes decidieron recibirla con una celebración digna de una reina.
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Al llegar al aeropuerto de Sonora, Ana Patricia fue recibida con aplausos, pancartas, flores y una gran comitiva encabezada por Fernando, quien la esperaba con un enorme ramo de rosas y lágrimas en los ojos.
“Estoy muy orgulloso de ti”, fueron las primeras palabras que le dijo frente a las cámaras de varios medios locales que habían acudido a cubrir el regreso de la nueva belleza mexicana que triunfaba en la televisión estadounidense.

Fernando, su primer esposo, fue una figura clave en ese momento de su vida, ya que, según la propia Ana Patricia ha contado en entrevistas, él fue su mayor apoyo emocional mientras competía en el famoso reality de Univision.

“Él me llamaba cada vez que podía, me motivaba y me decía que creyera en mí”, recordaría años después la presentadora.
La sorpresa no terminó en el aeropuerto. La familia de Ana Patricia había organizado una fiesta sorpresa en su casa, con mariachi, comida típica mexicana y una gran pancarta que decía: “Bienvenida, Nuestra Belleza Latina”.

Vecinos, amigos y parientes se unieron para celebrar su triunfo, convirtiendo aquella noche en una de las más emotivas para la conductora.
En varias ocasiones, Ana Patricia ha reconocido que aquella etapa marcó un antes y un después en su vida.

Aunque con el tiempo su matrimonio con Fernando González terminó, la conductora asegura que le guarda un profundo cariño por haberla acompañado en una de las experiencias más intensas de su carrera.
Ese cálido recibimiento simbolizó no solo el orgullo de una familia, sino el de todo un país que celebraba el éxito de una joven mexicana que, con esfuerzo y determinación, conquistó la pantalla de millones de televidentes en Estados Unidos.

Sin duda, la sorpresa preparada por su primer esposo fue un gesto que Ana Patricia jamás olvidará y que siempre recordará como el inicio de su camino hacia el estrellato.
